mercoledì 26 marzo 2008

Todo termina aqui.

despuès de fumar sin parar, termino uno de los tantos cigarros... lo apago en aquel cenicero lleno que apoyo siempre en el extremo del sillòn... ese sillon viejo y raido que me ha cobijado tantas veces... ese sillon que mira la ciudad a travès de la ventana, y ve esa pila de edificios que la hacen gris... sucia, como sus mismas calles, llenas de papeles, colillas, botellas, gente que va y viene, algunos apurados, otros con la mirada perdida en quièn sabe dònde...
Los agnos se ven en las arrugas de mi cara... pienso en cuantos agnos han pasado... y son tantos...
Agnos donde ha pasado todo lo que deberia pasar en la vida de cualquiera, nignez, juventud y edad adulta normales, teniendo todo lo normal, familia para crecer, amigos para jugar, estudios, un titulo, una mujer, hijos, un trabajo, todo normal, todo malditamente normal...
Toda la vida esperè algo que me sacara de esta triste monotonìa, esta monotonìa que nos vuelve imbèciles, que nos hace creer que todo es perfecto, que no se puede pedir màs, que hay gente que està peor que uno, por lo mismo uno debe agradecer... agradecer de todo lo que tiene...
y yo què mierda deberia agradecer? de mi familia? de mi mujer? de mi trabajo? de mis hijos? no debo agradecer de nada, todo me lo ganè, con mis propios y verdaderos esfuerzos, siempre pensando en que algo tarde o temprano deberia suceder, algo que cambiarìa todo, que me harìa sentir talmente feliz que nada tendria importancia...
Quizàs deberia agradecer el estar pendiente de las cuentas todos los meses, de tener que trabajar todos los dias hora tras hora, de tener que llegar a la casa a contar como habia sido mi dia, que era igual al anterior y a los que vendrìan despuès...
Quizàs deberìa agradecer que jubilè y que ahora tengo tiempo para relajarme, relajarme a pensar que ahora no hay nada por hacer, que los hijos se han ido como es natural y que no vienen nunca porque han hecho sus vidas, que mi mujer me acompagna sumisa, que el sexo con ella jamàs fue algo exuberante, por decirlo en algun modo, y que a este punto de la vida pràcticamente no sucede nada porque es como "feo" que dos viejos estèn ahi a follar como imbèciles...
Quizàs deberìa agradecer que cuando quise dar un vuelco a la situaciòn no tuve el valor de imponerme... me queria ir lejos, a algùn lugar desconocido, agarrar familia maletas e irme, pero mi mujer dijo que deberia pensafr en ellos, en su "maravillosa estabilidad" con amigos, colegio, salas de tè... y asi, me dejè convencer... y me quedè, yendo todos los dias a la misma oficina desenvolviendo todos los dias el mismo rol... esperando que algo sucediera...
Pero nada sucediò, y ahora tengo màs de 70 agnos, y nada pasa aùn...
click clack click clack click clack, suena el reloj... son las cinco pasadas... acabo de tomar un tè acompagnado de mis cigarros, lo unico que en estos momentos me da satisfacciòn...
Me alzo del sillòn, recorro toda la casa, las piezas estàn vacìas, no hay nadie, estaràn todos afuera viviendo su miserable monotonìa con sus monòtonos amigos hablando de cosas monòtonas, y yo que hablo aqui como un idiota, solo, a los muros, quizàs es mjor escuchaer algo...
Encuentro un disco de uno de mis nietos... se le quedò la ultima vez que vino... estos adolescentes con sus cosas raras... lo tomo entre mis manos y siento un extragno impulso, abro la caratula, y pongo el disco en la radio...
Me siento a escuchar... empiezan unos sonidos extragnos... no logro definir què instrumentos seràn estos, si puedo llamarles instrumentos... nisiquiera logro visualizarlos... el tiempo pasa sobretodo para mi, recuerdo que mi nieto me decia que esto es musica electronica... la tecnologia, otra de las ruinas de las personas, gracias a la tecnologia la gente se pierde... no hay comunicacion...
Empiezan algunas guitarras ruidosas, y de a poco de acerca una voz, parece triste... un lamento... me extiendo en mi sillòn, cierro los ojos... escucho, me sumerjo en el sonido... no es tan mala esta musica...
La voz de este tipo es extragna, parece que se introduce a travès de mis oìdos y llega al carebro dando comandos precisos, no con las palabras, pero sì con las tonalidades y la expresion de la voz...
Quizàs que sentirà mi nieto cuando escucha estas cosas, quizàs si estarà mejor ese chiquillo, la ultima vez que lo vi estaba tan drogado con sus antidepresivos que no hablò mucho... bueno nunca ha hablado mucho... pero creo que esos remedios lo estàn volviendo imbècil... en todo caso da lo mismo, si no se vuelve imbècil con los remedios la sociedad se encargarà de hacerlo... con su plana monotonìa...
La voz sigue sonando, pero la siento màs enojada, el lamento se transforma, no es màs un lamento ni un llanto, es un grito, un grito fuerte, que asusta.
Esto es! esto es! lo que to estaba esperando, la voz es clara, su mensaje es claro: "no hay nada mas que hacer" "no hay nada màs que hacer" "porque todo termina aqui" cuando quieras tù todo podrà cambiar" "cuando quieras tù todo terminarà".
No quiero que termine, la retrocedo entera, empieza nuevamente, el lamento me hace cambiar el humor...
Siento una cierta dificultad a respirar, una especie de ahogo... seràn los cigarros...
Los latidos de mi corazòn de hacen màs fuertes, y siento unas ganas tremendas de salir corriendo sin saber dònde... no hay donde ir.
Me paro, voy a mi escritorio, saco la caja que de tantos agnos estaba ahi como esperandome, el regalo que me dieron y que nunca utilicè... la llevo al living, mientras escucho el grito que me dice que no hay nada màs que hacer, nada màs por terminar...
La diferencia està ahi, en màs de 70 agnos nunca la entendi... pero ahora todo es claro, claro como el agua, la monotonia se la hace uno mismo, y de uno depende el cambiamento...
Le dejo unas palabras a mi nieto, las palabras de esa canciòn... quizàs si le sirvan de algo. Echo el papel en un sobre, lo cierro y bajo para echarlo en un buzòn que està de frente a mi edificio, vuelvo a casa.
Me siento nuevamente con la caja apoyada en las rodillas, es hora de terminar con la monotonìa... me disparo...
no hay nada màs que hacer, porque todo termina aqui.